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Súpervuelta

  • Foto del escritor: rivermibuenamigoarg
    rivermibuenamigoarg
  • 23 abr 2016
  • 3 Min. de lectura

Hoy se vuelve a la tierra hostil, al lugar donde quizás se desencadenó uno de los mayores papelones de la historia del fútbol argentino. Hoy el Millonario vuelve a pisar la Bombonera después de esa noche negra donde lamentablemente el gas pimienta fue protagonista de una larga discusión que sigue hasta hoy en día.

Volvemos al lugar donde en gran Angelito se tapaba la nariz ante el mal olor que salía de la cancha, dejando así inmortalizado un gesto que está más vivo que nunca. El mismo terreno donde dimos la vuelta olímpica en buena ley tras haber ganado el campeonato del 86, con un Beto Alonso que dejó su sello con una pelota de color poco atípica para estos lugares. Allá por el 94, donde los pibes (en aquel entonces) como Ortega y Gallardo comenzaban a mostrar sus mejores condiciones, acompañados del gran Francescoli que volvia luego de una vueltita por el fútbol Europeo.

En la misma cancha donde, el cielo lloraba tras una gran 3 a 0 por el 2002. Un partido que tuvo la frutilla del postre tras esa estupenda jugada de Rojitas que finalizó con la ‘’Vaselina’’ dejando en ridículo a un Abbondanzieri que miró con impotencia a la pelota que se le metía es su propio arco sin poder hacer nada. Los goles de Cavenaghi en el 2004, el gol más rápido de Lanzini en el 2013 o el ‘’No fue Córner’’ dirigido por Funes Mori, estos últimos dos como recuerdos más recientes.

Hoy podemos decir que ambos equipos llegan en igualdad de objetivos. Los dos ya están adentro de las instancias finales de la Libertadores y fuera del alcance de los punteros del torneo local. Más allá de eso, no deja de ser un Superclásico desvalorado porque se juega con los titulares, pero ante el marco opaco de solamente tener un solo publico en el estadio.

Inclusive los dos equipos llegan con una serie de jugadores ‘’averiados’’ por la seguidilla de partidos que se presentaron a lo largo de este pequeño lapso de tiempo. Considero que Gallardo debe tener un pequeño rompecabezas dentro de sus ideas ante la baja de Fernández por ese cuadro febril que lo deja afuera de la concentración. Justamente el lugar donde tiene mayor incógnitas porque los titulares y los suplentes no tienen un buen rendimiento.

La clave sin dudas es mantener un planteo equilibrado, sin distracciones porque estos partidos ‘’son aparte’’ y la mínima distracción te puede llegar a salir caro. Se disputará la pelota un poco más fuerte que lo habitual con el fin de sacar la mínima ventaja sobre el rival. Esto será una prueba de carácter para el equipo, sin dudas para volver a ganar confianza en caso de conseguir un resultado positivo y fundamentalmente con vistas a lo que se viene.

Hay huecos en el equipo como la ausencia de Vangioni, pero el nivel de Casco en estos últimos partidos te hace pensar que le dará más libertad para moverse y saber elegir bien las opciones de pases. La falta de Ponzio en mitad de terreno, con el ingreso de Domingo que viene de una serie de partidos dubitativos generando las pérdidas que no tienen que ocurrir en las partes más sensibles dentro del terreno de juego. Lugares donde si te pescan mal parado te dejan en jaque con vistas al gol.

En una ‘’Súperfecha’’, las aguas del Río de la Plata y el Riachuelo se vuelven a juntar. Un encuentro que lleva más de 100 años de historias, con buenos y malos relatos para contar. Jugadores que vistieron ambas camisetas, partidos que definieron la suerte de un campeonato para ambos equipos. Situaciones inéditas como la disputa en una cancha neutral hasta el robo de la famosa gorrita de Amadeo Carrizo por parte de un jugador Xeneize en aquellos tiempos.

El mejor espectáculo del fútbol argentino, hoy escribe su página número 197. Boca-River, River-Boca. Ojalá podamos ver una gran función, donde el protagonista sea la pelota y un resultado favorable para el equipo de ‘’Muñeco’’.

Hoy más que nunca… 11 contra todos. ¡¡¡Vamos RIVER!!!

01:47.

24/04/2016

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