Verde trapito, Piri valiente

Por lo general los colores nos hacen acordar algunos momentos, recuerdos, etc. En este caso el verde no hará recordar a Trapito que esta tarde le puso un cierre a un ciclo en el Monumental, con una tarde que estuvo lleno de reconocimientos y emociones, acompañado entre alguna que otra lagrima que caía dentro y fuera de la cancha.

Nuestras retinas sin dudas se llenaron de seguridad en el arco Millonario luego de ver tanto arquero falopa que tuvo la suerte de poder vestir nuestra camiseta en momentos donde el presente del Club no era el ideal. Seguramente la historia le sabrá dar un pequeño espacio al arquero de Porteña en la historia grande de River, sus cualidades quedarán guardadas en la memoria de los hinchas y los recuerdos serán propios de una generación que lo vio atajar.

En sus valijas no solo se lleva el cariño o los aplausos de los Riverplantese, también tendrán momentos únicos y atajadas claves que fue cosechando a lo largo de todo este tiempo. Sin dudas, este profesional generó la revolución de ir a la cancha con el buzo con su color característico, algo que desde que tengo una corta memoria (por joven) no se veía en el Club.

¿Qué más puedo decir de Barovero? Sin dudas las palabras no sobran porque escribió su historia y la historia de nuestro querido River.

Por otro lado, Vangioni sin dudas marcó una era dentro de su puesto, sin dudas llegaba al Club luego de ver al gran ‘’Chiche Arano’’ (obviamente lo digo con total ironía) jugar en el carril izquierdo o de una serie de improvisaciones que generaba el cuerpo técnico en ese puesto con otros jugadores con el fin de tapar ese hueco que no tenía un jugador definido. Su principal virtud sin dudas fue la de entrar en sintonía desde un primer momento en el equipo de Ramón, con eso, el camino se le hizo más fácil y así pudo conseguir el reconocimiento.

Sin dudas, él fue el mismo caso que Alario, Alonso porque llegaron y ya comenzaron a justificar el motivo por el cual los fueron a buscar. De Vangioni sin dudar, no me voy a olvidar de ese coraje, la rebeldía que tenía para ir a buscar cada pelota, esa manera de avanzar en el ataque y de llegar al gol, porque por más que haya tenido pocos gritos en estos dos años y medio, el logró convertir y hacer convertir goles a sus compañeros. Un jugador con unos huevos terribles, con ganas de conseguir más logros.

Definitivamente ellos dos fueron jugadores que tenían lo que necesitó Gallardo en este tiempo. Fueron jugadores con HAMBRE Y CON GANAS DE JUGAR con esta camiseta. La emoción sin dudas no estuvo presente en la cancha, también en facebook, twitter con muchas personas que desde su lugar le daban un pequeño reconocimiento a ambos.

River acaba de despedir a dos buenos jugadores. Ahora se viene lo más difícil, buscar reemplazos que puedan suplir este gran recuerdo que dejaron Barovero y Vangioni.