Tu grato nombre

Por lo general hago análisis de la actividad de River o de lo que ocurre en la semana, pero sería medio al pedo hacer esto ahora porque no hay actividad futbolística, el mercado de pases todavía no arrancó y por eso creo que es conveniente hacer una síntesis de lo que representa para nosotros este club que cumplió unos 115 años el miércoles pasado.

Cuando hacemos mención a River se abren un montón de historias que giran en torno a él, no solamente desde la parte del fútbol sino también de cuestiones que salen del rectángulo de la cancha. Miles de anécdotas de familias que se forman por este sentimiento, amigos que tienen sus años por ir a ver al equipo los domingos y de nuevas personas que se conocen por los pasillos del club o por las escaleras del inmenso Monumental.

También podemos hablar de locuras que alguna vez hicimos con el fin de poder ver el partido, un mentirita inocente, escuchar los partidos por la radio en lugares donde no se deben, en fin.

Como cualquier movimiento popular, esto pasa más allá de las fronteras, en lo particular la noche previa a la final del Mundial de Clubes frente al Barcelona por medio de la página descubrí que el alcance de la misma no solamente era a nivel nacional. Me encontré con gente de Colombia, España, Chile, Estados Unidos y Turquía, entre otros lugares. Recuerdo que el mensaje de esa cuenta de facebook estaba en ingles y lo único que puso en español fue ¡¡Vamos River Plate!!. Ese momento para mi fue medio extraño y a la vez me generó una sensación de sorpresa por como un equipo mueve lugares que ni si quiera uno se imagina.

Hay una retroalimentación mutua entre el Club y los hinchas, porque la institución no vive sin nosotros y viceversa. Gracias a nosotros hay más historias que contar y gracias al Millo nosotros tenemos historias para contarle a algún amigo o seguramente en alguna generación futura cuando nos pregunten quien fue tal persona. Así como nuestros padres y abuelos nos cuentan del Beto Alonso, de Astrada, de un Amadeo o de la famosa máquina que quedó guardada en el recuerdo del buen amante del fútbol.

Una institución como River no la construyen los dirigentes, ellos simplemente son la cara visible de un centenar de trabajadores, que todos los días ponen su granito de arena para que el grande del país pueda abrir sus puertas y seguir creciendo día a día. River no solamente es fútbol, es básquet, natación, patín, entre otros deportes federales. Este club tuvo grandes figuras que brillaron en el mundo con Alfredo Di Stéfano en el Real Madrid, Sívori en la Juventus, el gran Amadeo que dejó sus huellas en Colombia, entre otras glorias que tienen sus actuaciones más que presentes en el relato de nuestros padres y nuestros abuelos.

En 115 años no hubo solamente alegrías, hubo momentos duros como los 15 años sin poder conseguir un título, racha que fue cortada por el gran Angelito que ahora los pasos de su Club desde lo alto del cielo, campeonatos que se escaparon por nada, hasta el fatídico descenso originado por una serie de gente que nos vendió oro en las elecciones y nos terminó ofertando mierda. Pero nada de eso quita todo lo que se construyó, seguramente el sueño de aquel grupo de personas cerca de 1901 era poder generar un proyecto grande, tan grande como el mismo Monumental que se alza a la vera del Río de la Plata y que ruge cada domingo por la tarde cuando el Millonario es visitante o cuando la selección visita nuestras instalaciones por las eliminatorias.

Las historias de River no solo se encuentran en las vitrinas o en las exhibiciones de las camiseta de algún histórico que supo usarla, está en los hinchas, está en su gente y cada una de ellas hacen más rica a una institución que tiene en su libro tiene escrito gran parte de las mejores páginas de nuestro futbol.

Salud River! 115 años… Para ser grande, hay que nacer grande y vos naciste el mismo día que nuestra patria dio sus primeros pasos!

River Plate, tu grato nombre.

01:07 am

29/05/2016