¡Andate!... ¡Pero volve!

Seguramente la noticia que más impacto luego de la derrota contra Chile fue la despedida de Messi de la Selección Argentina. Años atrás Bilardo o Almeyda decían algo así como ‘’este pibe un día se va a cansar, no va a venir más y vamos a tener que ir a buscarlo’’, o pedidos como Gallardo diciendo ‘’cuidemos a Messi’’. Sin dudas todo lo que ellos decían en algún momento, que parecía algo utópico, está pasando y termina doliendo más que una nueva chance que se le escapó a nuestro seleccionado.

Hace poco más de dos meses, un profesor que tengo en la facultad de Comunicación Social expresaba ante la clase ¿Porqué se valora más una derrota digna y no un sub campeonato del mundo? Si de 196 países llegamos al puesto dos. La respuesta termina siendo sencilla, no nos conformamos con nada. Con esto uno no quiere tener un tono de conformismo, porque definitivamente yo creo que este plantel tiene un potencial enorme, pero que nunca pudo explotar.

Como dijo Diego Latorre ‘’hasta un Maradona necesitó de un Burruchaga para llegar a la final del mundo’’, a lo que quiere llegar es que hasta ellos grandes de la historia grande del futbol dependieron de alguien para tocar el cielo con las manos. Además de las condiciones que sabemos que tiene, hoy en día Lio necesitó de un Xavi e Iniesta para ser lo que es, Cristiano necesitó de un Rooney o un Giggbs en su etapa del Manchester o de un Kross o un Benzema para que su figura se luzca. Hasta un Johan Cruyff necesitó del resto de sus integrantes de la Selección Holandesa para hacer funcionar a la famosa ‘’Naranja Mecánica’’.

Seguramente hoy en día comenzamos a valorar los grandes méritos que hizo Lio en nuestra selección, pero lo hacemos cuando todo el mundo nos mira casi con una mirada de lastima, cuando ellos desearían tenerlo en sus filas. Pero no sólo a Messi, les gustaría tener un Mascherano que ensucie la camiseta en cada barrida contra el rival, un ‘’Chiquito’’ que cada vez se hace más grande en un arco que parecía inseguro después de ver a un Fillol, Goicochea bajo sus tres palos.

La pelota seguro está llorando, pero no por algo extra futbolístico, sino porque uno de los que mejor la trataba la va a dejar de ver con la selección Nacional. En una selección que sin el carece de ideas o le cuesta generar lo que él lo hace en esos arranque de velocidad que tiene. Muchos afirman que cuando sale a la cancha, hace todo lo posible para disfrutar, pero esta mochila se hizo tan pesada que un día dijo basta… ¡ya fue!.

El tiempo pasará, pero reconstruir una selección después del fenómeno Messi será más que complicado. Pasarán los esquemas, los nombres pero corremos el riesgo que se presente el estigma que dejaron sus jugadas en el Monumental, en el Mario Kempes o en el Malvinas Argentinas en Mendoza. Vendrán nuevos nombres, pero ninguno lo podrá superar. Todo porque nos quedamos mirando pequeños detalles como no canta el himno, porque no hace lo que genera en el Barcelona.

¡Andate!... Pero ¡volve!, porque en tu repertorio todavía quedan temas para bailar a tus rivales, aún quedan coyotes para que este Corre caminos lo puedan sobre pasar en esos arranques de velocidad tan impredecibles. Todavía quedan palmas por romper y un público por hacer delirar, que seguramente el día de mañana dirán yo pude ver a Messi. La Selección Argentina merece tener un Lionel feliz y Lionel necesita de una Selección Argentina. Volve porque todavía quedan redes de arcos rivales por romper y porque la pelota te va a extrañar.

Es verdad, por crítica de pocos no te merecemos. Pero los grandes guerreros vuelven a las batallas para dar pelea y triunfar, como lo hiciste en tu infancia y adolescencia en el cuándo llegaste al mundo del Barcelona. Las buenas ya van a llegar, porque detrás de cada tormenta siempre sale el sol… y de cada camino oscuro siempre está la luz a lo lejos.

¡Volvé! porque para ser el rey de la selva no hay que ser el león, porque para ser primero no siempre hay que llegar en primer lugar y pase lo que pase… ¡Serás un gigante!