top of page

¿Pinocho?

  • Foto del escritor: rivermibuenamigoarg
    rivermibuenamigoarg
  • 10 jul 2016
  • 3 Min. de lectura

Desde chicos siempre nos decían sin mentir y reconocer los errores cometidos para mejorar. Estas son pequeñas cosas que dejan puntos que desear a la gestión del presidente, que cuando se lo necesitó en situaciones críticas le puso el pecho y dio los golpes que había que dar para defender al club. Pero cuando se trata de situaciones que son de público conocimiento no sólo queda fuera de lugar, sino muestra la evidencia de no reconocer ciertas cuestiones dirigenciales.

Como en toda pretemporada y tal como lo marcamos en editoriales anteriores siempre existe el choque de mundos entre Gallardo y D’onofrio: el técnico con el fin de tener jugadores para prepararlos a tiempo y el presidente con la cuestión del tiempo que llegan las negociaciones que son el punto flojo de esta gestión. Así como Gallardo tuvo aciertos con jugadores como Alario, Alonso y la recuperación de jugadores como Mora, Sánchez, también hay que reconocer los errores con jugadores como Bértolo o Viudez que no dieron lo que quería.

Así como ciertos jugadores fueron pedidos por Gallardo (considerando el famoso Plan A), llegaron otros que fueron una segunda o tercera opción, como ser el caso de Arzura. Sin dudas el técnico mostró el poco interés que tuvo por un profesional que nunca pidió y que en los momentos que tuvo rodaje terminó siendo la última carta dentro de los jugadores dentro del puesto.

El caso de Ramón sin dudas le damos la derecha, porque el riojano siempre pidió lo que pedía (o en su gran parte hasta donde tengo entendido). A que voy con todo esto, por ahí no para muchos no tiene mucho sentido todas estas palabras, pero considero que las declaraciones sobre ‘’todos los jugadores que pidieron fueron por pedidos de los técnicos’’ no es así. Aunque River quiere cuidar el patrimonio del Club, con el fin de traer jugadores siempre estuvieron presentes otras alternativas.

Esto ocurrió, con el mismo Lollo, un jugador lesionado que ponía en riesgo la economía del club, pero sin dudas fueron a buscarlo a pesar de estar con problemas físicos, el caso de Bologna terminó siendo la tercera o cuarta opción luego de poner por delante arqueros de nivel de selección. Ante esto, el técnico prefiere buscar por otro lado antes que conformarse con jugadores que sabe que no le rendirán dentro de sus líneas.

Seguramente estas situaciones no sólo generar un mal estar, porque los hinchas saben que comprar y que no dentro de la prensa de River. La imagen de la dirigencia comienza a tener un trecho negativo, no solo por cuestiones de los refuerzos, también por el aumento del valor del servicio de tu lugar en el Monumental, o el viejo tema del contrato del Manager del Club que salió a la luz. Con el último punto no voy a criticar el sueldo de un empleado del club, pero quizás esta cuestión salió en un momento inoportuno. Caso similar que ocurrió con Ramón cuando tuvo su segundo semestre en el 2013 con resultados más que dejaban que desear en el.

Como se reconocieron los grandes aciertos se reconocieron y los aplaudimos, pero cuando hay declaraciones que buscan un cruce no sólo generan algo negativo, también generan un mal ambiente, algo que en River no tiene que existir si buscan escalar nuevamente al lugar donde estuvo hace poco más de un años.

Comentarios


bottom of page