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Evolución y contra evolución

  • Iván Andrés Valdés
  • 2 oct 2016
  • 3 Min. de lectura

Esta editorial no tiene un tema definido, está divida en dos partes: hablaremos de Driussi y de las frases desafortunadas por parte de un dirigente nuestro. Driussi quizás se encuentra en su segundo mejor momento desde que forma parte del plantel de primera del Millo. Aunque sea poco ortodoxo, sus números demuestran su actual presente ya que acumula 5 goles en lo que va del torneo y parece ser la mejor opción para acompañar a Alario, una de las figuras que tiene el actual equipo de Gallardo.

Su primer momento en donde empezó a tener protagonismo fue jugando por el sector izquierdo, el lugar de Rojas en el 2015. En esa oportunidad el técnico decidió ponerlo en esa posición porque le daba un mejor juego y rendimiento al resto de sus compañeros. Inclusive fue el titular durante la serie de octavos de final por la Copa Libertadores contra Boca. Ante el sobre poblamiento de la delantera, intentó jugar por el sector derecho como ocho, siendo una alternativa en el sector de Sánchez y Mayada. Tuvo una meseta en este último semestre y estuvo a punto de irse a otros equipos que lo solicitaban.

Hoy seguramente se encontró la delantera ideal para este presente a corto plazo, porque logró desplazar a Mora que venía de bajos rendimientos y de sacarle una cierta ventaja con sus rendimientos. También impidió que Alonso pueda formar un doble nueve, aunque esta alternativa sea un poco más complicada porque se necesita de alguien que pueda rotar alrededor de ese nueve de área para que la pelota le pueda llegar limpia.

El juvenil tomó protagonismo y se comienza a adaptar a un planteo dinámico, que intenta generar juego por ambos sectores, pensar antes de actuar y sobre todo a tener dinámica. Aunque sea más que obvio que no se repetirá el equipo del 2014, el técnico intenta buscar una nueva versión, con otros jugadores que presentan una característica diferente al de aquella oportunidad.

Por otro lado no quería dejar pasar el acto inoportuno que protagonizó Guillermo Imbrogno, actual prosecretario de nuestro Club. Lamentablemente estamos atravesando un momento donde la política está incrustada dentro de todos los Clubes y aunque nos gastemos con publicidad, fotos entre dirigentes con apretones de manos ‘’buscando la paz’’. Así como somos autocríticos con los comentarios que vienen desde los dirigentes de enfrente, también hay que condenar los dichos de una representante de uno de los equipos más reconocidos del país.

Además hay que condenar toda declaración discriminatoria y no apoyarlas, más allá que esto también este instalado dentro del mundo del fútbol. Ser grandes significa evitar no caer en vulgaridades y también reconocer que nosotros nacimos en la Boca, más allá de todo el proceso de cambio que derivó en nuestra estadía en Belgrano o Nuñez (como más se ubiquen). A su vez hay muchos hinchas de River que también se encuentran viviendo en aquel barrio y al igual que el resto de los hinchas ‘’Xeneizes’’ somos todos iguales (aunque exista una rivalidad propia del folklore argentino), a pesar de que pueda haber una serie de inadaptados que tapan la buena imagen que puedan tener la gran mayoría.

En una era donde predomina la tecnología y la viralización, una figura pública dentro de un mundo como el de River debe tener cuidado. Además esto no fue ‘’algo que salió en un instante de calentura’’, fue premeditado, ya que es un discurso que últimamente está caracterizado por un determinado sector político. Si River intenta ser un Club que busca paz, deberá ver alguna manera para poder reparar lo dicho, porque en definitiva y como dijimos anteriormente es una persona que tiene un cargo y representa al Club.

22:25.

2/10/2016.

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