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Que se corte

  • Iván Andrés Valdés
  • 11 dic 2016
  • 2 Min. de lectura

El país se paraliza nuevamente para vivir una nueva edición del Superclásico del fútbol argentino, la número 198 desde el inicio del profesionalismo. Esos encuentros que quedan en el recuerdo de los hinchas porque se dieron alegrías, como el último encuentro del siglo con el 2-0 con los goles de Ángel y Aimar. También los que quedaron con un trago amargo como aquella del 2004 en la Libertadores o simplemente las que fueron un dolor de ojos por lo mal que jugaron ambos equipos.

Los que tuvieron la oportunidad de participar siempre llegan a un mismo comentario: ‘’Estos partidos se juegan con huevos’’… y sí, es verdad acá no importa quién llega mejor porque el fútbol tiene estas cosas: por ahí el equipo más desdibujado logra un batacazo en la cancha del rival o propia. Estos son partidos aparte también dicen, es verdad la semana previa se vive de una manera diferente, no sólo desde la expectativa que genera el periodismo, así mismo ocurre en la vida cotidiana con en alguna apuesta con algún compañero de trabajo o de estudios.

Pero en fin, aunque me haya ido del tema central River tiene una cuenta pendiente contra Boca en casa, por los torneos locales. Aunque estemos dulces con las Copas Internacionales y los goles tanto de Piscu como Sánchez, el ‘’Millonario’’ tiene una racha negativa de seis años sin poder ganar en casa. La última victoria fue en el 2010 con el gol de Maidana, justo ese día que asumía J.J López en el banco de River. Pero no sólo hay una cuenta pendiente desde el club por los torneos domésticos, también el mismo Gallardo no pudo conseguir un resultado positivo dentro de estos certámenes. Este partido será fundamental porque definirá la cara del equipo para la final de la Copa Argentina, en caso de sacar un resultado positivo la espera se dará de otra manera.

Aunque en las últimas horas el equipo terminó siendo un misterio, la clave estará en la pelea que se puede dar en mitad de cancha. El que gane ese lugar tendrá una ventaja por sobre el rival, aún así las claves de River no sólo están por ese lado, también dependerá de D’alessandro, Fernández como principales generados de juego, para mover los hilos del equipo. Además la defensa será otro factor fundamental para cortar el ataque del equipo Xeneize y evitar que Batalla tenga trabajo en el arco.

En estos encuentros se gasta un poco más de energía de lo normal, se pega un poquito más de la cuenta y esto último será la responsabilidad de Abal para determinar hasta qué punto quiere que ambos entren en ese terreno. Aquí las individualidades pueden ser fundamentales para ambos y también la hinchada será un jugador aparte que dará aliento o presión según como se encuentre el marcador.

Como mencioné anteriormente, River tiene que cortar la última mala racha que tiene contra el eterno rival y tiene herramientas para hacerlo. Todo estará en no perder la cabeza en momentos más delicados del encuentro y saber buscar a las piezas claves del equipo para dar la diferencia ante Boca. El futbol se paraliza nuevamente, River y Boca a partir de las 17, en el Monumental… Capítulo 198. ¿Quién se quedará con el partido?...

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