El contragolpe
- Iván Andrés Valdés
- 18 dic 2016
- 3 Min. de lectura
Perder el Superclásico parecía algo más que duro, sobre todo porque en los siguientes días había que jugar una final que iba a definir el futuro internacional de River en 2017. El resultado fue un poco exagerado a lo que fue el balance de los 90 minutos, pero este tipo de partidos son así: gana el que pega primero y Boca tuvo esa fortuna. Desde ese domingo hasta el momento previo al encuentro contra Central se habló desde el bajón anímico, las críticas por los cambios que Gallardo realizó, hasta la misma continuidad del mismo entrenador.
Así como me toca criticar algunos aspectos negativos en cuanto al rendimiento del equipo, también hay que mostrar lo bueno: River contragolpea en los momentos más delicados. No quedó duda de esto y el jueves pasado fue una pelea más que tuvo el ‘’Millonario’’, se jugó una verdadera final que seguro quedará en el recuerdo por cómo se dio el partido. Nuestro equipo aguantó los buenos momentos de Rosario Central, inclusive cuando el marcador era desfavorable y aprovechó las oportunidades que tuvo en su momento.

El plantel se habrá desarmado, pero no perdió esa escencia que ya lo caracterizaba desde la llegada del técnico al banco. Sin dudas todo lo que ocurrió en estas horas en parte tenía a mal traer a Gallardo, que después del partido sin ser mal educado planteo la situación que había atravesado con los comentarios post superclásico. Dos años frente a River seguro es un desgaste bastante considerable y el mismo ‘’Muñeco’’ dijo que analizaría su futuro. Esto último encendió todas las alarmas de los hinchas que no quieren una partida de uno de los técnicos más exitosos de nuestra rica historia.
De aquí en adelante seguramente habrá dos caminos posibles: la primera seguro es un cambio en un plantel que necesita seguir reestructurándose, tratar de conseguir jugadores que sean posbiles opciones ante la llegada de la Copa Libertadores y para no descuidar el torneo local ya qye se perdió bastante terreno en este semestre. El segundo camino es la que nadie se imagina: una partida de Gallardo y la búsqueda de alguien que pueda ocupar su cargo, quizás sea una situación similar que se vivió ante la salida de Ramón en el 2014, pero esto último es difícil de pensar aunque la posibilidad de que ocurra está.
El partido del jueves fue como dirían en la tele ‘’no apto para cardíacos’’, con un Alario que estaba in-tra-ta-ble, literal. Lucas necesita un encuentro así para que los hinchas sepan que el gran delantero que tenemos sigue intacto. D’alessandro que mostró su última función en River, comandante en el ataque, eufórico y disputando los dos partidos que se daban en el Kempes: el que se jugaba dentro del terreno de juego y el que estaba por fuera de el, con los cruces de comentarios con Coudet, esto último no tan importante.
Un viejo y conocido apellido en River explotó en las gargantas tanto de los hinchas como en los relatores que gritaban el gol de Alonso. Su poca participación en el semestre se vio opacada por esos pocos minutos que ingresó para asistir a Alario y para convertir el gol de la victoria, con lágrimas en los ojos el ‘’yorugua’’ liberó toda la bronca al cortar la sequía goleadora que es fatal para los delanteros. En esta oportunidad los cambios le dieron otra cara al equipo y fueron fundamentales para dar el golpe final contra un Rosario Central que se vio frustrado al perder su tercera final de Copa Argentina.
Así como se vivieron muchas emociones, los nervios estuvieron presentes con Batalla y los errores que cometió en los goles del equipo ‘’Canalla’’. En el tercer gol se lo pudo ver llorando y mirando al cielo pidiendo al de arriba que ‘’le de una’’, situación que da a entender el peso que lleva encima por los errores que cometió en los últimos días. De Maidana y Ponzio ya no hay más nada para decir, son la columna vertebral del equipo, uno de los pocos sobrevivientes (si no son los únicos) desde el ascenso de River.
El tiempo pasará y la idea de Gallardo será recordada, cada partido una pelea distinta, un planteo para cada rival o para cada competencia. El ‘’Muñeco’’ lleva una estadística para el elogio ya que lleva 64 partidos ganados y cada 11 victorias obtiene una copa. Pero más allá de los números, lo importante es que el equipo contragolpea, pero no en una jugada, sino en lo anímico, rompió todos los esquemas impuestos por los pronosticados y periodistas deportivos. El equipo de ‘’Napoleón’’ tiene coraje de sobra y sabe dar un buen contragolpe.
02:24. 19/12/16


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