Esperanza Rojas
- Iván Andrés Valdés
- 19 feb 2017
- 3 Min. de lectura
Se fue previo al momento de tocar el cielo de América en aquel partido contra Cruzeiro, ese día el equipo dejó un rendimiento soberbio y lleno de calidad, tras dar vuelta una serie en Brasil. En ese año y medio que estuvo ausente pasaron jugadores, cambios de esquema, pero ninguno dio el resultado que Gallardo tenía con Ariel Rojas jugando por el sector izquierdo. Un día decidió volver y la nostalgia por el fue la misma desde el mismo día que anunció que a mitad del 2015 se iba a ir del Club.
Queda claro que desde la partida de jugadores como Pisculichi o del regreso de D’alessandro al Inter, River quedó sin un cerebro que pueda aportar para generar juego. Por las bandas quedaron jugadores como Martinez, Mayada que se caracterizaron por darle velocidad al juego, pero no esa pausa para poder darle un cambio de ritmo al ataque. Quizás con el ‘’Cabezón’’, Camilo pudo aportarle mucho al juego, pero al no ser del gusto de Gallardo en cuanto a características en la posición de ocho, nunca pudo tener la continuidad necesaria.

Hasta hace dos semanas, River sólo contaba con Nacho Fernández, como único generador de juego, o al menos era lo que intentaba hacer. Con su buen rendimiento contra Lanús, el resultado final de esa derrota había dejado dos cosas: una de cal y otra de arena. El ex gimnasia se podría transformar en un buen conductor en los espacios necesarios, pero carecía de compañeros que lo ayuden para poder profundizar el ataque y poder llegar a los delanteros.
Con la llegada de Rojas, se podrá tener una pausa en el juego con un equipo rápido, con pocas ideas para avanzar en el último cuarto del terreno rival y con problemas para descargar la pelota dentro del área. Seguramente el aporte del ‘’Chino’’ será fundamental ya que podrá tener una mejor conexión, sobre todo con Driussi que uno de los dos delanteros que tiene mayor rotación por el sector ofensivo, esto además permitirá tener una mayor presencia de Alario en el área y no por fuera de ella.
Quizás el problema del técnico sea resolver en que ubicación podrá jugar, porque en el partido de antes de ayer contra San Martín tuvo buenos momentos como doble cinco. Aún así, el momento donde pudo sacar una buena diferencia fue al jugar volcado por la izquierda ante la salida de Andrade que tuvo poca rotación. El problema para armar el equipo no sólo estará dentro del la zaga de centrales, quizás esto también ocurra entre el acompañante de Ponzio y el sector izquierdo, lugar que actualmente ocupan Martinez y Tomi.
Aunque River intentó olvidarlo, Rojas siempre fue un recuerdo a corto plazo cuando hablamos de buenos jugadores por ese sector. Quizás su imagen o sus buenos rendimientos se hicieron más presentes con el paso de Martinez, Driussi, Andrade, Fernández y Mayada por ese sector, pero ninguno tuvo la posibilidad de tener estabilidad en ese lugar. Su vuelta será fundamental si puede o conserva el rendimiento con el que se fue del Club a mitad de ese 2015 y seguramente los signos de pregunta de Gallardo dentro de ese equipo seguramente se irán borrando, por lo menos por ese sector.
El River multicampeón del fútbol argentino recuperó a uno de sus soldados, su llegada causó una nueva esperanza de buen juego en el equipo de Gallardo que pide a gritos un generador. Pero no sólo necesita de esto, también necesita de alguien que pueda agrandar la figura de Fernández y también la de Andrade o Martinez, sobre todo de estos dos últimos para que puedan dar el despegue la izquierda del sector derecho.
Desde la semana pasada en River hay una esperanza Rojas… Esperemos que con su llegada el equipo pueda encontrar el equilibrio que necesita para volver a ser lo que fuimos. Un equipo completo.
River Mi Buen Amigo…02:33, 19/2/2017.


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