Agua Bendita

Últimamente la lluvia nos trae buenos recuerdos, desde Superclásicos ganados bajo esta condición hasta la final de la Copa Libertadores. Hace unos días, el aguacero nos volvió a dar un guiño, pero en esta oportunidad nos benefició para arrancar con el pie derecho en esta nueva edición de la CONMEBOL Bristone Libertadores. El equipo de Gallardo cambió el chip luego de un apático partido contra Unión y se trajo una victoria más que importante desde Colombia.

River marcó la diferencia por una sola cosa: marcar la diferencia, ser efectivo y punzante en los momentos adecuados. Los goles llegaron en instantes claves, sobre todo el gol de Alario que llegó segundos después del inicio de un partido que hasta ese momento tuvo menos fútbol, porque la cancha parecía más una pileta. Además fue clave los espacios que los jugadores encontraron para no apostar demasiado al pelotazo y tener un poco más de juego al ras del césped.

El punto fuerte también fue el buen momento que atraviesa Batalla, o al menos en estos dos partidos desde la vuelta del fútbol, tanto en los partidos contra Unión e Independiente. Generó varias tapadas fundamentales, sobre todo en el primer tiempo cuando el marcador ya estaba en ventaja a favor nuestro. Quizás la única mancha que generó este primer balance fue un penal inexistente ya cuando la situación en Colombia ya estaba consumada.

Por otro lado hubo una diferencia muy grande entre la imagen que dejó el River del torneo local, con la Copa Libertadores. Ese cambio estuvo dado por la presencia de Rojas, en combinación con Nacho Fernández, ambos le dieron un poco más de movilidad a la mitad de la cancha e ideas para profundizar el ataque. Algo que sin dudas se marcó tanto en los diferentes medios de River, como en estas editoriales que las escribimos anteriormente.

Rojas se fue pero en su vuelta mostró conservar las mismas cualidades en su sector, esas que Gallardo intentó buscar con muchas variantes, pero sin conseguir respuestas. A través de el, Fernández comienza a tener una opción para formar sociedades y así evitar que los delanteros estén tan aislados, algo que en muchos partidos se pudo apreciar. Aunque todavía le falta rodaje y optimizar su condición física, el ‘’Chino’’ le podrá dar esa pausa, para evitar que el ataque sea sin ideas.

River extraño a su base, Maidana, Ponzio y Alario, jugadores que no tuvieron presencia el domingo pasado. Cada uno tuvo un rol fundamental, sobre todo el defensor y Martinez Quarta que tuvieron que lidiar con los delanteros rivales, que no sólo tuvieron presencia ofensiva en pequeños instantes, sino también eran más corpulentos. Alario tuvo un doble trabajo, no sólo tuvo que ir a buscar la pelota con los pases de 30 o 40 metros y tratar de avanzar con el terreno deterioraro.

El ‘’Muñeco’’ encontró una luz con la presencia de Rojas, seguridad con Maidana y una combinación ofensiva con Alario-Driussi juntos. Nuestro equipo podrá tener una mejora en la calidad si el avance ofensivo tiene un mayor equilibrio y los marcadores de punta fueron más efectivos a la hora del retroceso.

¿River avanzó? Sí… ¿Tiene que seguir mejorando? También… Ahora se viene un parate complicado contra Lanús, para acortar distancias en el torneo.