Mucho aguante...pocas ideas.
- Iván Andrés Valdés
- 26 mar 2017
- 4 Min. de lectura
Después de la victoria de Argentina contra Chile, el público y el periodismo en general encontró mucha tela para corta en lo que fue un partido muy pobre. Quizás lo deportivo quedó tan relegado después de las declaraciones de Bauza al declarar de una manera particular, ver algo que solamente el vio. Aún así aunque se haya podido sumar de a tres puntos y volver a tener una cómoda posición en la tabla, lo único positivo fue el resultado, no tanto el desempeño del equipo.
Como dije al principio, el ‘’Patón’’ dejó material para que el público general pueda alimentarse y desviar la mirada sobre lo que fue el 1-0 contra Chile. Un partido más que chato, que sólo se pudo destacar la figura individual de Messi, Mercado y Otamendi, el resto tuvo un rendimiento más que flojo. Sobre todo los atacantes que brillaron por su ausencia en el poder ofensivo al estar abocados a un papel más de presión en la salida o de perseguir a los defensores.
El 10 argentino volvió a responder nuevamente, muchos asociaron su nivel con aquellos partidos del Barcelona donde se lo notaba fastidiado, porque las cosas no se estaban dando. Algo similar ocurrió el jueves pasado, con ese cambio de ritmo típico que tiene comenzó a esquivar a los rivales como si fueran conos y puso muchas pelotas con cambio de frente o pases filtrado ante un equipo chileno que supo como encerrarse. Messi se volvió a aferrar a su habilidad y no tanto al pase de sus compañeros por la falta de sociedades que se notó a lo largo de los 90 minutos.
Con un segundo tiempo más que chato, Argentina caminó por la cornisa en al menos cuatro oportunidades. Chile no se quedó atrás y comenzó a buscar con Alexis Sánchez espacios ante un equipo argentino que estaba dividido prácticamente en dos, literal: seis jugadores en la defensa y cuatro en el campo. Aunque el empate sólo estuvo cerca por medio de pelotas paradas, por parte del equipo del ‘’Patón’’ no hubo grandes respuestas para cambiar la historia y confirmar con una buena actuación la ventaja que estaba en el marcador.

A pesar de todo análisis que podamos expresar, sólo queda claro que hay una diferencia grande entre lo que propone el técnico y los jugadores que tiene. Argentina no está preparada para jugar a la defensiva, al menos con profesionales que tienen grandes características ofensivas: Higuaín no puede correr a los defensores y Agüero no puede estar detrás del nueve, cuando esa es su posición. Messi no puede seguir corriendo sólo, esperando que alguien se ponga cerca de él y Di María no está en un nivel aceptable tanto para la Selección.
Quizás el partido contra Bolivia sea una buena oportunidad para Edgardo: tanto para plantear su esquema, con otros jugadores con una característica defensiva. Lo que queda claro es que la Selección debe sumar, porque a pesar de estar tercera en la tabla, la diferencia que hay entre el sexto y el segundo es menos de tres puntos. ¿Qué significa esto? Que la tabla nos puede volver a poner afuera de la zona de clasificación o en un puesto mejor dependiendo del resultado que se presente en la altura.
¿Había que ganar? Si debían hacerlo… ¿Importaba la manera? Si también importa, porque en el Mundial, más el factor del azar puede tocar algún equipo más poderoso que Chile, Paraguay y puede derivar en partido como contra Alemania en el 2010. A poco más de un año y tres meses ya debería estar presente una base solida para comenzar a completar las piezas de un rompecabezas que cada vez está más preguntas que respuestas. Queda claro que el técnico no va a cambiar su manera de jugar, entonces no quedará otra que exigir un recambio para que el planteo se acople a sus jugadores o viceversa.
Por otro lado, como si fuera poco sus declaraciones despertaron la curiosidad de propios y extraños: ‘’Me gustó todo el equipo’’. En un encuentro malo, con un resultado chato. El entrenador resaltó que este era el trabajo que estaba planificado: quizás la verdadera idea era esa: conservar el resultado. Pero como mencioné en el párrafo anterior los rendimientos de muchos dejaron más dudas e inquietud que tranquilidad porque Argentina estuvo lejos de ser y de demostrar una buena imagen.
Con el correr de las horas, el propio técnico expresó que sus declaraciones fueron más para los de afuera para que no haya críticas hacia sus jugadores y los comentario estén más destinado a el. Las criticas siempre existieron y seguramente existirán porque los años pasan y el seleccionado necesita un recambio: no se si temporal o permanente. Lo claro es que existen muchos jugadores que pueden ocupar un lugar en el once inicial por estar bajos en rendimiento o porque hay un desgaste importante por cosas que pasaron anteriormente.
El resultado importa… Si y lo que también importa es la manera de conseguirlo, Argentina no encontró los méritos salvo por alguna chance de Messi o un mano a mano de Di María. La selección era superior y lo seguirá siendo ante el rival como Chile más allá de las Copas que nos ganaron en los últimos dos años. Pero más allá de eso, lo que enciende las alarmas de la opinión periodística y pública es la falta de cambio que todavía no se puede ver.
Ese cambio que Brasil ya lo vio en menos de un año… Mientras que Argentina sigue en una etapa inestable viendo para que lado tirar.
River mi buen amigo.
26/3/17
02:22


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