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El cerebro de River

  • Iván Andrés Valdés
  • 15 abr 2017
  • 3 Min. de lectura

La semana pasada hablé de una posible vuelta de la ‘’Maquinita’’ de Gallardo, aquella que se pudo ver a mitad del 2014. Los motivos de esa afirmación fueron por la buena imagen que comenzó a dejar el equipo tras la buena racha de partidos, dichos encuentros que se ganaron con una cierta autoridad y con la demostración de buenas cualidades. El duelo contra Melgar fue otro claro ejemplo del toque que está dando el ‘’Muñeco’’ a sus jugadores y de la imagen ideal que está buscando: con buen fútbol, apretando a los defensores rivales y tenencia de la pelota.

También podemos hablar de una nueva característica que se comienza a ver: la paciencia, el temple y el aislamiento que tiene con el público. A esto último me refiero a que durante la generación de juego o con un resultado en contra, el equipo no va a las apuradas y sin pensar en busca del resultado. En el encuentro contra Belgrano y el del jueves pasado fue un claro ejemplo de la paciencia que tienen a la hora de gestar el juego, y a su vez en buscar el arco rival sabiendo que el gol llegará.

Fernández comienza a tener un nivel muy bueno, Rojas lo desliga de sus intervenciones defensivas y Martínez da aportes para generar sociedades en el ataque. Lo único que el ex Gimnasia tiene que hacer es buscar espacios y jugar suelto según los momentos del partido, así mismo lo vimos ocupando ambas posiciones por las bandas. Quizás lo que estaría faltando es una mayor colaboración de los marcadores de punta en las terminación de sus jugadas.

Rojas definitivamente le da la pausa a un ataque que antes era un tren bala, el mismo que corría y le daba un peso importante al ‘’Pity’’ como generador de juego por la izquierda. El ‘’Chino’’ no sólo buscar limpiar las jugadas con sus cambios de frente, además busca su participación individual con salidas de primera cuando los rivales comienzan a apretarlo. En pocas palabras, Gallardo tiene al jugador perfecto en esa posición y para el planteo que quiere imponer y que no pudo desde la partida en 2015.

Ponzio comienza a perder un protagonismo pero para bien, debido a que el sistema de presión que impone River se ve desde los primeros metros del área rival. Rojas también colabora y los anticipos que se dan con los centrales desde mitad de la cancha facilitan el rol del capitán de ‘’Millonario’’. Quizás la importancia que tiene hoy en día es tratar de recuperar los rebotes y comenzar a distribuir el juego para ‘’Nacho’’ o Ariel según la posición que corresponda.

El papel de los centrales también comienza a tener un protagonismo en ambas áreas, aunque los goles del último partido hayan sido en complicidad con toda la defensa. Tanto Maidana como Martínez Quarta apuestan a la segunda jugada si la misma sigue latente en el arco rival en las pelotas paradas. Como mencioné en el párrafo anterior, ellos generar anticipos en mitad de cancha y se paran cerca del círculo central, generando un riesgo pero que hasta ahora no se dio con ningún rival.

Los jugadores suplentes no son la excepción porque ellos le dan otro aire efectivo al equipo y aportan con los goles o asistencias según corresponda. Mora comienza a ganar terreno, pero no como delantero sino jugando como ocho, volcado a la derecha. Esta posición le comenzó a ser conocido a fines del año pasado, allí tuvo una mayor movilidad y efectividad con los centros por aquel sector, el ejemplo más claro fue la jugada del gol de Alonso en la final contra Central que empezó desde su posición o las asistencia del encuentro contra Belgrano.

En definitiva, todo este desarrollo que hice a lo largo de estas 632 palabras se dieron por el nivel que empiezan a imponer Fernández y Rojas en mitad de la cancha. Esto genera un equipo ofensivo que piensa, que aprieta a los defensores y que obliga a jugar al offise con los delanteros rivales de manera obligada. Así mismo esto no se daría por la ayuda de Martínez, Driussi en primera instancia y luego por los defensores centrales. Quizás el punto flojo todavía rondaría por los marcadores de punta propiamente dicho anteriormente.

Y antes que me olvide. ¡Felices Pascuas!.

River mi buen amigo.

16/4/2017; 22:03.

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