Pipa: entre el recuerdo y los problemas.

Los últimos 15 días fueron lo más largos para todo el mundo River, desde el momento que llegó la primera oferta por Alario hasta la imagen de él posando con la camiseta del Bayer, el martes pasado. Sin dudas que nos dejó un problema muy grande ante su partida, en el inicio de la competencia y con objetivos a corto plazo. Además hay un problema extra, porque la institución no inscribió a ningún jugador que pueda darle una alternativa a un ataque que está en su gran parte desmantelada.

Desde lo deportivo no queda nada por reprochar al ‘’pipa’’ porque su nombre está escrito con los goles convertidos en las últimas finales disputadas por River. Fue el As de espada en gran parte de todas las competencias y logró alcanzar un promedio de medio gol por partido en el total que tuvo sus dos temporadas con el ‘’Millonario’’. Así cómo sus números fueron envidiables y desde mi punto de vista uno de los delanteros más importantes de la última década profesional del Club.

Uno por ahí no reprocha su partida, porque fue uno de los pilares de los equipos de Gallardo y creo que mientras más brilla, su estadía se reduce porque nuestro club es una gran vidriera. Quizás la oferta llegó en un momento inoportuno y las maneras en que se manejaron las cosas despertó la bronca por parte de los hinchas, dirigentes o de todo el entorno. River en parte se vio perjudicado por el accionar de un representante que logró desligar al jugador a pocas horas del cierre del mercado de pases.

Pero más allá de eso, la institución está por arriba de cualquier nombre y ahora creo que a Gallardo le puede llegar un gran desafío, si no llega a ser el más grande desde que está acá. ¿Cómo poder reemplazar unos 60 goles con los pocos atacantes que quedan? Es la suma aproximada de las anotaciones tanto de Alario como de Driussi, ambos jugadores perdidos en un mismo mercado. Creo que es una muy buena pregunta y la respuesta será mucho más interesante en caso de poder encontrar la solución.

Hoy en día contamos con Mora afuera hasta el año que viene, Larrondo lesionado al menos por diez días más, Auzqui que sigue con un rendimiento malo o dejando mucho que desear. Después tenemos a los delanteros con más actividad como Scocco, una alternativa de más efectividad hasta el momento pero que parece que puede permanecer los 90 minutos. Por último está Borré (Santos es su segundo nombre), creo que este último debe adaptarse y el hincha tener paciencia para que pueda dar certezas antes que dudas.

El esquema táctico vuelve a ser una incógnita porque estás entre dos caminos: poner los dos delanteros como titulares y dejar a Auzqui en el Banco. Por otro lado poner un solo delantero y tratar de armar un mediocampo ofensivo con el fin de evitar que ‘’Nacho’’ pueda estar aislado del resto de sus compañeros. Quizás la última alternativa sea la mas posible (porque lo hizo con Alario en varios partidos), pero con rendimientos flojos como los de Fernández, Enzo Pérez la generación de juego se haga más complicada.

Hoy el equipo está en problemas con el peso ofensivo, hay falta de generación de juego, producción de goles y con varios objetivos a corto plazo. El más importante en menos de 10 días con la vuelta de la Copa Libertadores contra Jorge Wilsterman, el equipo revelación pero que tiene sus armas para poder hacerle pasar a River un mal momento en la altura. La Súperliga tampoco es un frente para perderle pisada, sobre todo porque el último torneo estuvo a la vuelta de la esquina por puntos fáciles de obtener contra rivales de menor jerarquía.

De igual manera, el ataque no deja sólo puntos flacos de cara a lo que se viene: también el sector izquierdo de la defensa sigue siendo un problema. Primero porque Casco tiene problemas para detener a los rivales, esto obliga a Pinola a cubrirlo y a exponerse con pases imprecisos o correr desde atrás por el hueco que deja el ex jugador de Newell’s por su sector. Ese segundo central comienza a dejar que desear y esto se corre al rendimiento colectivo en conjunto con Maidana.

De igual manera, creo que Gallardo intentará hacer una hazaña: llegar a las semis sin recambio en la delantera, al menos hasta que se pueda incorporar en las semifinales. Después volver a recuperar la fluidez de juego que por muchos partidos se pudo ver en mitad de cancha, con jugadores de primer nivel y después tratar de suplir el muy bajo rendimiento de Casco, este último quizás sostenido porque no tiene un reemplazante natural.

La partida de Alario desnudó un poco más las falencias que se pueden ver a simple vista, lo único que nos queda en este momento es poder rearmarse con lo poco que el equipo tiene. Con el correr de los encuentros seguramente podremos determinar para que estamos, para soñar a llegar a las instancias finales de la Libertadores o simplemente hacerle frente a los campeonatos domésticos o la defensa de la Copa Argentina.

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3/9/2017