Entre la estrella y la rezaga
- Iván Andrés Valdés
- 11 dic 2017
- 3 Min. de lectura
Después de los festejos por la obtención de la Copa Argentina, a River solamente le queda hacer un balance de todo el año futbolístico. El equipo pasó por muy buenos momentos y por otros que simplemente fueron para el olvido, jugadores que rindieron en un nivel superior en ciertos momentos y que sin embargo después mostraron una baja que afecto en el rendimiento del equipo. El conjunto de Gallardo apostó a mucho, pero se terminó confirmando con el trofeo de menor importancia si lo comparamos con la Libertadores y ambos torneos locales.
Nuestros jugadores tuvieron 47 encuentros oficiales con una obtención del 60% de los puntos posibles. Si ponemos en una balanza, los puntos rescatados no fueron malos pero las pocas derrotas (11) tuvieron un gran impacto que terminaron marcando el destino del ‘’Millonario’’. Dos de ellas contra Lanús, o los encuentros contra Racing y San Lorenzo por el último campeonato que dejaron el camino libre a Boca para que pueda conseguir otra estrella. Ahora, en la actualidad la posición de River quedó muy por debajo a comparación del año pasado: 15 puntos del conjunto ‘’Xeneize’’.

Los problemas estuvieron a la orden del día con Gallardo porque en momentos cruciales dependió de una sólo delantero para afrontar encuentros fundamentales. Las lesiones de jugadores como Alonso o Larrondo, este último con tan solo dos goles y recaídas con sus problemas físicos. O las diferencias existentes entre un titular con el suplente del mismo puesto: Ponzio con Rossi, Arzura fueron los ejemplos más claros que muchas veces tuvieron sus oportunidades y el resultado no fue el esperado.
Sin dudas que no todo fue algo negativo: las apariciones de Martínez Quarta o de Montiel tienen un valor significativo a la hora de buscar variantes en la defensa. También las incorporaciones como Enzo Pérez o Ignacio Scocco fueron y serán fundamentales para cambiar el aire a este equipo que por momentos tuvo su carácter, pero que con el correr del tiempo se volvieron endebles. Los casos de dopping, algo que mencioné en varias editoriales, fueron otro inconveniente porque allí nos quedamos sin variantes y lo sufrimos.
River pudo terminar el año con más títulos en las vitrinas, pero todos esos inconvenientes lo acecharon en momentos determinantes. La Copa Argentina terminó siendo un pequeño mimo por todo lo ocurrido, sobre todo en las últimas semanas con la eliminación de la Libertadores. Fue un caso en que todo pasó tan rápido que se habló de un equipo con mística a uno devastado por un rival que supo como manejarlo, golpearlo y noquearlo en menos de 30 minutos en el punto más débil: el sector izquierdo de la defensa con la dupla Casco-Pinola.
Para renovar seguramente hay que apostar por algunos y bajar el pulgar por otros: estos últimos porque las expectativas no fueron las esperados, sobre todo porque en ciertos nombres se invirtieron: el caso de Auzqui, Casco, Andrade, Rossi, Lollo y el propio Larrondo. Quizás este último atravesó por situaciones fortuitas por la lesión crónica que lo tiene a mal traer, pero más allá de esto, el club no puede seguir a la expectativa de lo que pueda ocurrir con él, más sabiendo que Scocco termina siendo el único indiscutido en esa posición.
Las apuestas como De la Cruz y Santos Borré pueden ser buenas alternativas en esta pretemporada porque podrán trabajar desde el primer día, acoplándose a lo que proponga Gallardo. Las bases parecerían estar con Martínez Quarta, Sarachi, Montiel, Enzo Pérez, Ponzio, Scocco, entre otros jugadores para comenzar a complementar con otros profesionales para volver a armar un equipo competitivo. No nombro a Nacho Fernández o Martínez porque pueden ser jugadores que pueden irse, sobre todo el último que mencioné.
El tema del arquero fue otro dolor de cabeza: casi que por errores personales, el arco de River tuvo presentes a cuatro jugadores de esa posición: Batalla, Bologna, Lux y Velazco. El primero por problemas en momentos cruciales, Lux con inconvenientes en esta última etapa, Velazco más que nada para tener rodaje porque su aparición no fue por algo en especial y Bologna que fue la última alternativa de Augusto y Germán. River necesita un arquero que de garantías y esperar seis meses más por Barovero ‘’en un posible regreso’’ implicaría dos cosas: correr el riesgo de perder la primera ronda de la Libertadores o seguir relegado dentro del torneo local.
Entre tanto análisis por los problemas que tuvo el equipo del ‘’Muñeco’’ no quiero dejar pasar la obtención de la Copa Argentina. Para nuestros jugadores quizás fue una competencia que requirió menos desgaste por la calidad de los rivales que tuvo que enfrentar, aunque alguno de ellos generó alguna complicación en ciertos tramos de sus respectivos encuentros. Este torneo permitió cerrar el año con un guiño, pero no deberá ser algo para negar todos los problemas que tuvo un equipo que afrontó la doble competencia y que en este 2018 también deberá hacerlo.


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