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¿Existe una crisis?

  • Iván Andrés Valdés
  • 15 feb 2018
  • 4 Min. de lectura

River volvió a caer en la Súperliga ante un rival plagado de jugadores juveniles y que se encuentra en una reconstrucción, después de perder a varias de sus figuras. Esto no sólo dejó al ‘’Millo’’ sin la posibilidad de poder escalar en la tabla de posiciones, también demostró varios puntos negativos sobre todo a la hora de poder brindar una respuesta y la manera en que el equipo queda descompensado. La palabra instalada por los medios en estas últimas semanas es la de ‘’crisis’’, pero sin embargo desde adentro o por lo menos desde la boca del entrenador la cosa no es tan así.

No quedan dudas que esta actual campaña de nuestro equipo comienza a perfilarse como las peores y los inconformismos por parte de los hinchas sobre del planteo o los nombres son cada vez más notorios. Una situación similar como lo que ocurrió con Ramón Diaz en aquel partido contra Colón por el torneo final del 2014, o los propios con Almeyda tiempo antes de su salida en el 2012 después de conseguir el ascenso. Lo que más alimenta este mal momento es la floja campaña que se arrastra desde el semestre anterior, pero que fue maquillada por la Copa Argentina y la instancia de semifinal de la Libertadores.

El domingo pasado vimos a un equipo con iniciativa cuando el marcador estaba igualado, con varias cualidades positivas como buscar penetrar las líneas defensivas, recuperaciones o rotación. Aun así, el problema surge cuando el rival se puso en ventaja: allí tuvimos a un equipo partido en dos y desbordado en los momentos que las contras se hacían efectivas, prácticamente tres contra cuatro o cinco. Sin embargo esto empieza a verse cuando hay tiempo disponible para responder, generando un desgaste a Ponzio y muchas jugadas de riesgo para los defensores que por momentos jugaron al límite.

Los errores también empiezan a verse con mucha claridad: Montiel ya tuvo varias fallas a la hora de cumplir un papel defensivo y comienza a tener poco presencia en la ofensiva. Fernández viene demostrando una baja desde hace varios partidos, esto empieza a generar inestabilidad en mitad de cancha y en conjunto con Enzo Pérez se vuelven regulares en ese sector. Martínez demostró una mala imagen, sobre todo que se hizo notorio el domingo pasado, similar a sus encuentros donde demostró falencias a la hora de buscar alternativas de ataque o errores a la hora de dar pases a sus compañeros.

Por otro lado, los delanteros no se nutrieron en su sector en gran parte y en varias oportunidades tuvieron que retroceder muchos metros de su posición para empezar a elaborar las jugadas en ofensiva. Esto, sobre todo con Pratto, dejó relegado con poca claridad para llegar a los últimos metros, inclusive con Scocco que no se mostró cómodo y desperdició la chance más clara de gol cuando el partido estaba 0 a 0. Tenemos un esquema ofensivo, que por los nombres uno intuye una buena elaboración, además del gol que portan los apellidos en la delantera, pero sin embargo la cosa no es tan así.

Armani no puede ser un jugador fundamental si la última línea no está atenta a los rebotes, como ocurrió el domingo pasado. Un esquema que genere desequilibrio tampoco será fuerte si en los últimos metros no tiene efectividad y se equivoca en pleno ataque para después generar una contra que sea medio gol. Los delanteros tampoco se van a nutrir de goles usando individualidades como la del partido contra Olimpo, primero porque cada rival es diferente y las situaciones fueron distintas.

Hoy River no es un equipo contundente, no responde en los momentos fundamentales y tiene nombres de categoría para cumplir esas expectativas. Pero de cara a lo que se viene, ¿Gallardo debería dar un cambio de esquemas y de nombres? ¿O es verdad que con el correr de los encuentros comenzará a verse una mejor imagen? Ya que se trata de quinto partido (si consideramos los amistosos) seguimos viendo los mismos errores por las puntas y mucha presencia individual para definir. Quizás haya un cambio para mejor en el rendimiento, pero con jugadores que hoy no merecen estar en la formación titular como Ignacio Fernández.

Si el campeonato finalizara hoy, nuestro equipo estaría quedando afuera de todas las copas internacionales para el año que viene. Las dos únicas ventanas para tener acceso a la Libertadores sería: ganando nuevamente la Copa Argentina o el propio certamen que arrancará el 28 de febrero. Inclusive, si se sigue perdiendo terreno en las próximas fechas los puestos clasificatorios de la Copa Sudamericana comenzarían a quedarle lejos al ‘’Millo’’.

Los principales objetivos de River, la Súpercopa y el incio de la Copa Libertadores, están cada vez más cercas, aunque uno sea un partido mientras que el siguiente una seguidilla de seis con rivales que se perfilan a ser complicados. Flamengo; Emelec, un viejo conocido; e Independiente Santa Fe que está a un paso de entrar a la fase de grupos por la victoria conseguida hace pocos días. Creo que hoy en día, el problema más urgente a resolver es la consolidación de un once inicial y luego recuperar la mayor cantidad de puntos disponibles en este campeonato.

Un presente que se profundiza más por lo hecho en el semestre pasado, una semifinal y dos partidos más trajeron a bajo toda la buena imagen y los elogios para este River. Las derrotas que pasaron confirmaron un momento de bajón futbolístico que tiene nuestro equipo, junto con la pérdida de cualidades que antes hacían aplaudir los rendimientos en los momentos complicados. Los medios instalaron esa palabra, esto sintetizaría lo que hoy estamos viviendo en cada partido y en el día a día.

¿Existe una crisis?

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15/2/2018

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