Inteligencia y actitud: las armas vigentes de Gallardo
- rivermibuenamigoarg

- 17 mar 2018
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El miércoles pasado fue una fiesta, un desahogo, pero sobre todo: la confirmación de una nueva muestra de carácter en los momentos culminantes. Núñez está feliz y fortalecido después de lo que pasó en Mendoza. Napoleón se volvió a revindicar de su presente flojo, con muy buenos comentarios hacia él y hasta con la posibilidad de poder ‘’bromear’’ con los periodistas partidarios después del partido. Pocos no dudaron de lo que podía pasar y otros tantos que pensaban en una derrota o fin de ciclo comenzaron a retractarse como señal de equivocación.

River volvió a dejar a Boca con las manos vacías en un nuevo duelo mano a mano. Lo que parecía un ‘’karma’’ que había quedado en 2000 y 2004, hasta no hace muy poco, ahora se transformó en un recuerdo guardado en una caja bajo cuatro metros bajo tierra. La inteligencia volvió a estar presente, las ventajas y desventajas de este equipo llegaron a un resultado que determinaron que en este partido había que salir a jugar de otra manera. La situación ameritaba otro planteo, casi similar al de los duelos de 2014 y 2015 por las copas internacionales.
¿Cuál fue ese planteo? Anular al rival. Gallardo entendió que en los famosos encuentros del ‘’golpe por golpe’’ terminó perdiendo ante un Boca que sabía cómo jugar en ese terreno. Pasó en 2016 y también el año pasado en el Monumental, en los únicos dos partidos que Guillermo pudo ganarnos. Ahora había limitaciones, pero con una intención muy clara ante el rival: cortar ese sistema de juego en mitad de cancha para que nada pueda funcionar con sus jugadores desequilibrantes.
Aquella noche del 14 de marzo se terminó pateando el tablero, al parecer había una posición ya tomada y varias decisiones con mucha determinación. Se terminó apostando por la jerarquía, en algunos puestos que River estaba muy flojo en los últimos partidos, en lugar de la juventud. Pinola de central, Enzo Pérez, con su bajo rendimiento, y en la delantera Pratto junto con Mora ante la ausencia sorpresiva de Scocco. Todo esto sin considerar a Ponzio o Maidana que terminan siendo puestos anunciados en este tipo de encuentros.
Ese día quizás se terminó cambiando la imagen de un jugador, que inclusive fue criticado desde esta posición: Gonzálo Martínez. En el puesto de famoso enganche, supo bien cómo armar alboroto en los últimos metros del sector defensivo de Boca, buscando compañeros para poder sacarse la marca de encima y seguir atacando. Hizo algo que por muchísimos partidos no pudo encontrar: tener la mente fría y pensar a la hora de tomar decisiones.
Hablar de Armani quizás sea algo que esté demás, no porque no pueda merecerlo, sino que vuelve a revindicar algo que ya lo tenía construido desde hace mucho tiempo. ¿A qué me refiero? Es un arquero de equipo grande. Dijo presente en tan pocas situaciones de gol, que pudieron cambiar la balanza y el trámite del partido. River volvió a encontrar seguridad en un puesto que le sacó muchísimas canas verdes a tal punto que, hasta por el momento, ya nos hace olvidar a Barovero.
Todo terminó siendo tan cambiante. Antes de este compromiso nuestro equipo era el que no tenía nada que perder por su presente y ellos eran los favoritos. Esto último, inclusive por parte de los propios periodistas deportivos, salvo por algunas excepciones: una de ellas era Ángela Lerena. Ella no daba por perdido este compromiso a River porque ‘’por historia’’ siempre que el rival llega mal para estos partidos siempre terminó triunfando, quizás fue una de las pocas que apostó tirando para este lado, a pesar de que muchos esperaban una definición desde los penales.
La estrategia y la inteligencia terminaron siendo las bases para que este ciclo siga consiguiendo campeonatos desde el 2014 hasta hoy en día. Al menos algún partido de todas las estrellas conseguidas tuvieron ese encuentro distinto que llevó, al entrenador, plantearlo de una manera distinta para sacar ventaja, sabiendo de las limitaciones que podía tener, inclusive en sus grandes equipos. Pero ¿esta victoria puede ser una base para empezar a consolidar un buen equipo? Quizás sí, hay indicios que mañana se repite gran parte de ese 11 titular.
Como mencioné en una editorial pasada, esta Súpercopa era una estrella que no tenía mucha transcendencia porque no sólo te daba eso: un título más a un partido. Aun así, la repercusión de tener a River y Boca la revalorizó quizás a tal punto de la edición de la Copa Argentina 2016 con todos los equipos denominados ‘’grandes’’ tenían que ganarla para acceder a la Libertadores. El resultado final dejó tela para cortar en todos lados, inclusive en la calle del equipo rival que terminó instalando un nuevo problema: la falta de definición en estos duelos de importancia.
De lo que mencioné en la anterior oración, estoy lejos de hacer un comentario al respecto.

A pesar de atravesar baches futbolísticos, Gallardo sigue escribiendo en la historia grande del club tanto desde lo internacional y nacional. Se convirtió en el primer entrenador en el fútbol argentino que gana al menos una copa desde hace cuatro años, vence al eterno rival en tres series mano a mano en certámenes tanto locales y de afuera. Todo esto sin considerar que quedó a una estrella de alcanzar a Ramón Díaz como el máximo técnico en ganar cosas en la institución, ya que tiene ocho campeonatos y el ‘’pelado’’ nuevo.
Quizás el presente es muy temprano para tomar o darle mérito a todo lo que nuestro entrenador terminó haciendo. Y lo digo porque, hasta el miércoles, olvidé que Marcelo siempre guarda una carta debajo de la manga a pesar de que tenga varios momentos flojos durante estos casi cuatro años en el banco. Hoy se habla y se confirma de un Gallardo que sabe cómo jugarle a Boca teniendo un juego aguerrido, por momentos, pero inteligente por los errores que otros entrenadores cometieron en el pasado.
En uno de los fragmentos de su biografía, el mismo decía algo así: ‘’Nosotros siempre jugábamos bien y terminamos perdiendo en varias oportunidades. Por eso estos partidos había que jugarlos de otra manera’’. El sigue viendo algo más que otros no pudieron hacerlo, el apodo de Napoleón no lo tiene ganado por su condición física, sino por algo más: ser inteligente y saber planificar.
Ahora no queda otra cosa que decir ¡Salúd Campeón!
19:36
17/03/2018


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